Ya hace días que no estamos en esta actividad de escribir algo para compartir con ustedes en el sitio. Obviamente que lo de hoy es referente a lo que puede pasar este fin de semana que tiene una vez más a Río Negro como protagonista de una semifinal del interior contra un rival que conoce muy bien como es Wanderers de Artigas. Naturalmente que estoy un poco alejado de la actividad pero este tipo de juegos a uno lo llevan a escuchar y leer para seguir con atención todo lo referente a lo que ha sido el primer partido. El domingo yo no pude sustraerme y con esta maravilla de la tecnología que es internet pude ver el partido en directo a través de Canal 8 de Artigas. Me dio un poco de trabajo, porque veía las imágenes y fui alternando con los distintos relatores de las radios maragatas. Escuché un buen rato a Natalio Negrín en la 41, a Ricardo Piñeiro en Principal FM y a Pasión Teran en El Lugar FM.
A partir de todas estas cosas, me he ido haciendo mi propia composición de lugar. Creo haber elaborado una idea de lo que puede ocurrir pero ha sido realmente difícil. Tengo claro que es un partido muy duro, es más, si tuviera que elegir un término para calificar la clasificación tengo que decir que para mi es imposible. A renglón seguido como decía la maestra en la escuela, y aunque suene a contradicción, quiero expresar que en el fútbol no hay imposibles. En lo previo no he podido encontrar argumento sólidos para afirmar que puede dar vuelta el resultado, por el contrario, cada vez que los buco me cae la ficha de que Río Negro en el partido de ida además de caer duramente perdió a un jugador fundamental como es Mauricio Espinosa. Por lo que influye, por lo que significa para el plantel, por lo que aporta en la cancha, hoy por hoy no creo que el equipo tenga con quien sustituirlo. Después los hechos me darán la razón o darán motivo para que algunos amigos me tomen de punto por una semana, ojalá que esto último sea lo que ocurra.
El rival tiene mucha experiencia y un planteo que lo conocemos desde hace mucho, a eso le suma individualidades de peso. En el cebrita es imprescindible que Juan Manuel Gómez tenga una tarde inspirada y repleta de goles, más allá de su entrega y buen juego el próximo partido tiene que ser con tantos. En “Primera Hora” leí un comentario donde se hablaba de “60 minutos perfectos de Río Negro”, yo no puedo creer que un elenco juego esa cantidad de tiempos perfectamente y no genere una sola oportunidad de gol. Creo que cuando uno equipo juega esos minutos de perfección, amén de defenderse con la pelota tiene que generar alguna chance en el arco rival. El planteo del bohemio fue inteligente, le permitió tener la pelota al contrincante y pegó cuando pudo. No me gusta demasiado hablar de partidos que uno ve a través de la televisión del interior, donde uno se queda con muy poco, pero me da la sensación de que en la segunda parte tras 10 minutos iniciales bastante buenos, llega el primer gol local y se perdió la tranquilidad. El gol en contra hizo que se saliera a buscar el empate en momentos en que yo pensaba que lo que había que hacer era proteger el sector defensivo y no tomar otro gol. Perder uno a cero de visita no me parecía mal negocio. La tribu arriesgó demasiado, le convierten el segundo y además perdió a José Falero y a Mauricio Espinosa.
Me da la sensación de que en Artigas se hipotecó demasiado, que el fin de semana acá puede pasar algo distinto a lo ocurrido en el norte es posible. Quizás las figuras de la visita no tengan una buena tarde, capaz llega un gol rápido que cambie las cosas y ponga nerviosos a los artiguenses. En lo previo, con los elementos que tenemos, es un partido muy difícil. Uno no le puede exigir a jugadores con muy poco rose en este tipo de partidos cosas que quizás no pueden dar, yo recuerdo que el título del interior ganado por el cebrita primero tuvo a ese plantel como protagonista pero sin poder salir campeón. Llegaban cerca, perdían, salían campeones del sur pero no del interior. Fueron esos choques fortaleciendo el grupo, dándole madurez para jugar este tipo de partidos hasta que llegó ese año 1991.
Ojalá que esté totalmente equivocado, ojalá que este fin de semana Río Negro sea el que los hinchas y jugadores soñamos y aparezca una lección de fútbol para dejar por el camino a Wanderers. En ese caso, la próxima vez que me siente a escribir, me habré sentido halagado de que algunos hinchas cebritas hayan pasado por el taller para mofarse de lo que he escrito en esta columna
Gerardo Viña nació el 20 de Abril del año 1946. Desde chico quisieron probar sus condiciones para la supervivencia, y por eso le pusieron un segundo nombre digno del más profundo bullyng (que en aquella época no tenía nombre fashion y era directamente cazar de pinta a un gil). Ludovino fue la elección y aquel gurí demostró ser guapo desde sus primeros años, superando las bromas ponzoñosas de esos seres malignos que son los niños.
Con oficio de zapatero, el relato en radio fue (y es aunque ahora esté un poco revirado) su gran pasión. Sus inicios en el periodismo deportivo se remontan 50 años atrás, en la vieja CW 41, Posteriormente pasó a Radio Sarandí donde fue finalista del famoso concurso de relatores (donde compartió micrófono, más no ideales políticos, con Pedro Bordaberry). Fue parte de Radio Centenario, La Radio, Radio Cerro Largo, Radio Mundo, otra vez Radio 41, FM Principal, El Lugar FM y un nuevo pasaje por 1360 AM.
Gran contador de historias, ha montado un taller de zapatería donde se hace culto del arte de la conversación de los distintos temas que hacen a la realidad nacional y departamental: fútbol y política. En medio de esa vorágine a veces también trabaja sobre calzados que en cita textual: “quédense tranquilos que van a estar para el próximo viernes”.
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