RIVER PLATE VOLVIÓ AL TRIUNFO ANTE TREINTA Y TRES
Ni para Treinta y Tres, ni para River Plate, este año será recordable por los éxitos deportivos, ya que ninguno de los dos cumplió con una buena temporada. Justo es decir que se esperaba bastante más de los albirrojos, que incluso jugaron Copa Nacional de Clubes. Con este contexto llegaban a buscar una victoria que significaría una de las pocas del 2016. El comienzo fue parejo, Gabriel Silveira manejaba el fútbol del abasto y era fauleado sistemáticamente. Joaquín Lapizaga y Martín Quijano eran los que buscaban crear en los del Barrio Industrial. La primera clara fue para la visita, salvando Emiliano Quevedo en gran doble atajada. Un centro desde la izquierda encontró el solitario ingreso al área de Néstor Chávez, que metía con golpe de cabeza la pelota sobre el palo zurdo pero voló el golero. El rebote le quedó a Quijano, pero Quevedo ahogó la definición con su cuerpo. Respondió Treinta y Tres en buena maniobra de Julio Gutiérrez, que entrando en la zona rival final se hizo el espacio y boleó un esférico que se levantó mucho. Fueron llegadas aisladas, a nivel general, el partido no lograba tener ritmo y la lucha ganaba sobre la creación. Sacudió la modorra una buena jugada individual de Maximiliano Camorro, que luego de transportar desde la derecha quedó con posición buena de tiro logrando hacer pasar el balón entre muchas piernas, con una brillante reacción salvó otra vez Quevedo yendo abajo. El local no se quedaba atrás y también buscaba, un tiro libre fue aereamente enviado, y Bruno Nantes ganó sobre su marcador sin conseguir dirigir el cabezazo al arco. Volvieron a sumirse en el intentar y no poder, destacándose los destellos individuales de Silveira que con un par de lujos ponía la nota diferente en la calurosa tarde. Poco más pasó hasta que Miguel Cabrera pitó el final, el cero a cero no había podido ser quebrado.
SEGUNDO TIEMPO: El complemento tuvo una tónica similar, mucha pierna fuerte y defensas que prevalecían permanentemente sobre ataques. El peso del juego lo llevó en mayor medida River Plate, que buscaba de manera más clara la chance de anotar el primer gol del partido pero que veía como los minutos se iban yendo sin poder conseguirlo. Tuvo una oportunidad clara Santiago Del Río pero lo marcaron justo en el momento de definir, también Joaquín Lapizaga llegó mano a mano con el golero y volvió a vencer en el duelo la gran figura de Emiliano Quvedo. Por el lado del elenco azulgrana, a la salida de un tiro libre estuvo la más clara en remate de Luis Yanes que contuvo muy bien tirandose abajo Emiliano Hornes. Otra vez Lapizaga, el mejor en los del Barrio Industrial, creó peligro al estrellar un pelotazo en el travesaño luego de definir por arriba del cuerpo de Quevedo, en la carrera luego del rebote se pasaron todos los atacantes y perdieron una interesante chance de segunda jugada. A falta de cinco minutos para el final, la insistencia de un equipo de Roberto Alonso que no había desplegado un gran fútbol pero que de los dos era el que más lo había querido, terminó teniendo premio. Nicolás Díaz, ingresado minutos antes, desbordó por derecha y tiró centro a la cabeza de Joaquín Lapizaga que la acomodó en el palo más lejano de Quevedo. Restaba muy poco, Treinta y Tres se adelantó y se expuso en el fondo, estuvo bastante más cerca River Plate de aumentar ventajas que el abasto de empatarlo. Brahyan Pooses en un par de oportunidades, Martín Quijano en otra, tuvieron chances claras que por impericia a la hora de definir o por alguna aparición más de Quevedo no terminaron en conversiones. En un juego bastante equilibrado, terminó ganando el que se arrimó más veces al arco rival, y por eso los puntos se los llevó River Plate.
Treinta y Tres 0 – River Plate 1
Goles: Joaquín Lapizaga
Partido en Sub 23: Treinta y Tres 0 – River Plate 2
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