sábado, noviembre 23San José, Uruguay
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Un mundial para el recuerdo

Pablo Perdomo y Damián Bravo integraron el plantel celeste que culminó en cuarta posición

Uruguay fue protagonista del mundial de futbol de arena raíz, consiguió el pasaje a semifinales, y terminó consiguiendo la cuarta colocación en la tabla general sobre un total de diez equipos participantes. Con los delanteros josefinos Pablo Perdomo y Damián Bravo en el plantel, los celestes hicieron una buena etapa inicial con dos juegos ganados (4 a 3 ante Tunez y 5 a 3 frente a México) y uno perdido (2 a 6 ante Paraguay). En cuartos de final fue triunfo sobre Chile por 3 a 2 y ese juego marcó la segura presencia en el torneo hasta el último día, en semifinales fue derrota ante Brasil por 4 a 1 y en la pelea por el tercer puesto el partido culminó empatado 4 a 4 y en los penales se impusieron los cafeteros por 2 a 0. 

Perdomo jugó todos los partidos, en algunos casos como titular y en otros ingresando desde el banco de suplentes, consulado por su balance comentó: «En lo deportivo desde lo colectivo por suerte pudimos estar en competencia hasta el final, no nos caímos antes, enfrentando a algunos equipos totalmente profesionales. Tuvimos la satisfacción de traernos un trofeo y una medalla por el cuarto puesto, de participar de la ceremonia de premiación, y además por lo conseguido aseguramos la presencia en el próximo mundial que seguramente sea en Bolivia. Es una doble alegría porque nadie daba dos pesos por nosotros, por la colocación final, y por estar confirmados en la segunda edición. A nivel personal quedé contento por poder convertir goles en un evento de este tipo, encontré dificultades mayores que en la competencia local, como por ejemplo en la doble marca que me colocaron después del segundo partido cuando ya me empezaron a conocer. Mi posición de pivot me permitió anotar o asistir en los juegos iniciales, pero luego comenzaron a colocar dos defensores sobre mi, eso en el torneo uruguayo no me pasaba. Después de esos partidos se me complicó, los rivales me estudiaron y marcaron muy bien, en algún caso mandando una referencia personal. Por supuesto que hay mucho para mejorar, en algún caso me faltó finesa en la definición, la idea es seguir entrenando para poder volver a estar convocado para Cochabamba. Me queda lo lindo de haber convertido para Uruguay, es algo muy grande, gritar un gol con la celeste es un sueño. En lo organizativo fue espectacular, todo muy profesional, compartiendo todas las delegaciones un hotel con horarios y momentos para realizar cada actividad como las comidas, los entrenamientos y los partidos. El último día además pudimos pasear un poco, conocer algo de Río de Janeiro, tuvimos poco tiempo para recorrer porque jugamos hasta el último día». 

Bravo fue parte de la rotación del equipo en la fase regular, luego una lesión lo privó de seguir en cancha, más allá de que integró el banco de suplentes en los últimos dos juegos para estar cerca del grupo: «Fue una experiencia muy buena, estar en un mundial y representar a Uruguay es espectacular. En lo personal jugué un par de partidos y después tuve la mala suerte de sentirme, son cosas que pasan en el fútbol, lo bueno es que da revancha. Me sentí algo triste por no poder seguir ayudando desde adentro, en el debe con mucha gente que me dio para adelante como son mi familia, amigos y allegados. Quizás no pude cumplir de que me vean jugando todos los partidos, pero habrá una nueva oportunidad el próximo año, es algo que me apasiona y mientras se pueda seguir entrando a la cancha seguiré estando a la orden. La organización en Brasil fue espectacular, nos trataron como reyes en un hotel maravilloso y un ambiente hiper profesional, se pasaron siete días muy buenos y confortables». 

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