Río Negro sumó tres puntos ante Tito Borjas sin jugar bien y con oportunismo en el final
Le costó una enormidad al cebrita ante el laborioso rival que significó el borjense, de gran trabajo defensivo para curbrir las distintas opciones que le generó el rival y que además contó con una buena labor de su arquero. En el arranque tuvo un par la tribu que pudieron significar un futuro muy diferente, primero probó desde lejos Juan Manuel Gómez y Fernando Pardal manoteó por arriba del travesaño, de ese tiro de esquina un hombre peinó y en el segunda palo llegó Sebastián Lacava para cabecear y que en una tapada muy parecida a la anterior volviera a salvar el goalkeeper. Lentamente se fue acomodando el locatario, a la visita le ganó la impresición en una cancha donde el piso no ayudaba, le faltó algo más de peso ofensivo más allá de que Juan Fernández con un par de moñas marcó algo distinto en el fútbol. Tuvo una posibilidad muy buena el elenco de Carlos Aquino cuando Nicolás Valaguéz ganó la espalda de los volantes y tuvo tiempo junto a espacios para rematar, voló Mauricio Calero que no llegó pero el palo izquierdo dijo que no. José Barreto volvió a acercar a su equipo promediando el primer tiempo en un tiro abajo y a la derecha que Pardal con dificultades y en dos tiempos contuvo, y allí se acabaron las oportunidades claras porque Río Negro no consiguió pisar más el área ante un excepcional trabajo de la línea de cuatro defensores del albo que no pudo del medio para adelante generar en los ataques rápidos que intentó armar.
SEGUNDO TIEMPO: El complemento fue llevado adelante desde la propuesta por Río Negro, que fue una y otra vez pero encontró al rival muy bien armado en el fondo, sin fisuras y con mucha fiereza para defender. A Tito Borjas le falló la parte del libreto en la que intentaría también ser agresivo en el ataque, no llegó en todo el periodo, incluso apostando muchas veces a jugar con tres delanteros. El cebrita fue todo esfuerzo, voluntad, pero con muy pocas ideas y a decir verdad practicamente no tuvo chances claras salvo en un error de Pardal que la perdió cuando pretendía atrapar y permitió un tiro desde lejos de Barreto que se fue por arriba. Todo parecía indicar que se irían cero a cero, los cambios de la visita no generaron mayor aporte más allá de algo de movilidad de Enzo Colla, pero la conversión vino en la siempre salvadora pelota quieta. Tiro libre al borde del área, de frente al arco de Pardal que defendió un palo pero se volcó en el vuelo del útil al medio y ya no pudo volver, la precisión de la pegada de Nicolás Pereyra la puso contra el palo zurdo para colocar lo que fue el único gol de la noche. Pese a que quedaba algún minuto ya nada más sucedió, Río Negro no podía dejar puntos en el camino y de hecho no lo hizo, dejó preocupación sobre todo con una ofensiva que no estuvo en una noche clara a la hora de generar.
Tito Borjas 0 – Río Negro 1
Goles: Nicolás Pereyra (R.N)
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