Sin mucha prensa, con pocas palabras y una tonelada de goles llegó el uruguayo Cavani al PSG, luego de un gran pasaje por el Napoli donde dirigentes e hinchas lo idolatran hasta el día de hoy. Edinson, el pibe de Salto, se convirtió en el mayor goleador del club parisino al igualar la marca de Ibrahimovic. Histórico.
Pero no todo fue alegría en tierras francesas, ya que a pesar de la tremenda goleada ante el Dijon (8 a 0), la hinchada presente en el estadio abucheó de forma generalizada a Neymar. Sí, a su delantero, al jugador de los 222 millones de euros (el pase más caro de toda la historia de este deporte), al astro brasileño, el mismo que convirtió 4 goles en esa noche. A él, que el diario «L’Equipe» lo eligió como la personalidad del fútbol francés, por delante de Zidane, de Mbappé, de Cavani, de Deschamps, de Griezmann, y otros más.
El motivo es que, al final del match, Cavani sufrió una falta dentro del área y el juez marcó penal a favor del PSG. Faltaban 7 minutos para finalizar el encuentro y el salteño podía ponerse como goleador histórico en solitario, pero Neymar se adueñó del balón y, pese a la lluvia de silbidos, fue quien ejecutó la pena máxima.
Si marcaba el uruguayo se convertía en el mejor goleador de la historia del PSG, por delante de Ibrahimovic. El egoísmo pudo con Neymar y, de nuevo, la gestión de las penas máximas y el lío perpetuo entre Cavani y el brasileño son una fuente inagotable de conflicto. (Xavier Bosch, Mundo Deportivo – España).
Así finaliza el encuentro, con un jugador como goleador histórico en cancha y otro jugador como el más caro de la historia yendo rumbo al túnel con la cabeza baja, mareado por la silbatina que marca que no todo es billetes y bombos en la vida.
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