Eduardo Díaz es el técnico de la selección juvenil que finalizó el Torneo del Sur como vicecampeón tras caer con Colonia, y que se aprontaba para encarar la búsqueda del título del interior al momento del parate del campeonato
Con un record de cuatro encuentros ganados, cinco empates y una derrota, se cerró el pasaje de San José por el Torneo del Sur Sub 17, uno de los que dejó al combinado blanco más cerca del título junto a las ediciones 2008 y 2009, luego de la última obtención en el 2007.Con “Yayo” conversamos de lo ocurrido, el presente y lo que vendrá:
¿En qué momento los encontró el parate y como se están manejando hoy en día?
“No tenemos ningún contacto personal con los chicos, se nos avisó en su momento que no se podía entrenar y cumplimos, por lo que les estamos pasando entrenamientos individuales a la espera de que esto pase. Se entrenó hasta el jueves previo al viaje a Minas, que finalmente no se hizo, y ahí se cortó hasta nuevo aviso. Es un grupo muy consciente de lo que está pasando, son responsables y sabemos que están cumpliendo con lo que les pedimos, no han parado de practicar de manera individual y con los recaudos necesarios. Nos agarró justo en un momento de que queríamos dar vuelta la página rápido de lo que pasó en la final, lamentablemente nos quedó adentro esa espina, el cruce con Lavalleja era ideal para enfocarnos en algo muy importante como un título del interior. Es un grupo que en su momento va a salir adelante, vamos a llegar con todo porque anímicamente somos fuertes, es un torneo que lo queremos ganar. Con respecto al futuro da tranquilidad lo que se ha expresado al respecto de que el torneo seguro continúe y finalice con todos los que estábamos en competencia. A la vuelta vamos a estar todos en las mismas condiciones, no hay excusas, el tiempo nos va a faltar a todos porque la preparación seguramente no sea acorde al reinicio. Nuestra ventaja es el conocimiento del plantel, se hablan de quince días y nos arreglaremos para ponernos a punto, y salir a definir el gran objetivo de todos”.
¿Qué análisis general haces de lo sucedido en el torneo?
“La revancha con Colonia fue el primer partido perdido de visitante en tres años, lo que han hecho estos muchachos es muy positivo, consideramos que fueron dos fases muy diferentes por las características de los rivales. En la primera enfrentamos equipos que jugaban un poco más, en la segunda eran más aguerridos y se metían contra su zona final, nos costó poner nuestro juego pero quedó el haber podido tener la capacidad como equipo de entender lo que se precisaba para sacar resultados. No creo que los buenos antecedentes hayan generado presión, nosotros en ningún momento hablamos de una obligación de estar en la definición, por el contrario siempre recalcamos que hay cosas mucho más importantes en la vida de ellos que un partido de fútbol. Ni hablar que el compromiso y la seriedad no se negociaron nunca, pero nunca presión, de hecho lo hemos disfrutado mucho ya que es un grupo de excelente comportamiento y que en lo deportivo nos mal acostumbró a prácticamente no perder. Fuimos a cada uno de los juegos convencidos y esperanzados de que lo sacábamos adelante”.
¿Cómo se toma la derrota en la definición del Sur?
“Las finales con Colonia nos dejaron un gusto amargo, en los dos partidos quizás no fuimos superiores pero seguro no fuimos inferiores, tuvimos nuestros momentos donde creamos chances y éramos más pero no pudimos cerrar los partidos. Son cosas del fútbol, el rival tiene sus méritos y ganó en muy buena ley por la capacidad de anotar, no hay culpables externos como podrían ser los jueces. Fueron cuatro encuentros con ellos, todos muy parejos, y ellos se llevaron por efectividad el último. Se gana convirtiendo, y ahí fallamos, pero también tuvimos distracciones defensivas que nos llaman la atención y que las pagamos caras”.
En la revancha realizaste dos de los tres cambios posibles, ¿Por qué razón?
“Para poner a uno hay que sacar otro, y a mi entender hay veces que por el momento del partido es preferible un jugador que ya está metido en el juego y no le va a costar unos minutos en situación de juego que otro que viene desde afuera y no está en el trajín del ritmo. Es relativo, por ejemplo te puede pasar de amontonar gente en un sector y en vez de facilitar complicas, ni que hablar que el único responsable en lo que pasó soy yo y son las reglas del juego. En el momento me pareció que con lo que teníamos nos daba, seguramente me equivoqué, en los minutos finales me voy con la tranquilidad de que se echó el resto y fuimos arriba a buscar el resultado. Se descontó, y nos quedó la sensación de que con un poquito más lo podíamos empatar, a los gurises no se les puede reclamar nada”.
Varios chicos han tenido en este tiempo vínculo con clubes profesionales, ¿Cómo se trató este tema en la interna?
“El vínculo con los equipos de Montevideo fue difícil, sobre todo al principio nos costó, la gente que venía no calibraba lo que podía perjudicar al jugador. Se habló mucho con ellos, con la familia, tuvimos días en los que lo tratamos con seriedad porque se estaban distrayendo y por ende perjudicando al grupo. Lo afrontamos, capaz en algún partido tuvimos momentos bajos que pueden haber venido por ahí, pero se fue solucionando. Es un hecho que pasa en todo el interior, llegan pintando cosas que capaz después en la realidad no son, ofrecen un millón de cosas y a veces es engañoso”.
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