El delantero de Bélgica es comparado con la estrella brasilera, pero no sólo por goles y habilidad, sino por actitud y espíritu deportivo.
Lukaku recibe la pelota al borde del área y sigue en carrera frente al golero de Túnez por el segundo juego del grupo G de la Copa del Mundo. El delantero intenta driblear, se va largo el balón y cae al piso cuando parece chocar contra la humanidad del arquero rival. Rápidamente, desde el piso, el belga hace seña que no fue penal y, acto seguido, se lo dice al referí del encuentro.
Lukaku arguing it’s NOT a penalty is amazing… pic.twitter.com/PNfSi2ndrU
— Jay (@RFFH) 23 de junio de 2018
Desde Brasil y todos los rincones del mundo, de forma espontánea, surgieron comparaciones de la actitud de Lukaku y de Neymar, a quien siempre reclaman por sus intentos de buscar faltas a su favor.
Más allá de la polémica que se ha generado en las redes y las posibles comparaciones, Lukaku es una historia de pobreza y prejuicio que, con poco marketing y muchos méritos deportivos y personales hoy es destaque en el mundo.
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