Salvador Ichazo se encontraba desde mitad de temporada en el Club Genoa de Serie A
Tras seis meses de freno en su carrera luego de cumplir sus años de contrato en Torino, el fútbol de primer nivel europeo se abrió nuevamente para el arquero nacido en Central a nivel local, y que fue campeón uruguayo con Danubio. Genoa fue la institución interesada en el maragato, y hacia allí viajó para enrolarse a un club que se encontraba en zona de descenso a su llegada, y que ya había logrado salir tras fechas donde logró buenos resultados. La situación a nivel mundial frenó el fútbol en una zona especialmente golpeada como Italia, e Ichazo se encuentra otra vez en la capital departamental.
Extractos del diálogo con 2 de Punta en Radio 41
Lo vivido en Italia: «Todo esto se dio en momentos en que yo estaba recién llegado a Genova, con toda la ilusión del nuevo desafío, pero nunca me puse a pensar en la poca suerte que he tenido, porque entiendo que no es algo que me afecte solo a mí sino que estamos involucrados todos. Apenas llegué se hablaba ya del tema, después se pasó a jugar a puertas cerradas un partido, y ya posteriormente vino la suspensión. Yo al que más preocupado veía era al doctor del club, que después que estaba con nosotros se iba a trabajar a algún hospital, los primeros días yo miraba por la ventana y la gente circulaba con normalidad pero fue pasando el tiempo y ese poco respeto por lo que se pedía que se hiciera terminó agravando la situación. Ya antes de venirme la circulación bajó notoriamente, pero ya se les había ido de las manos, particularmente en Genova que está a dos horas de la zona más complicada por suerte hasta que yo estuve no habían casos».
En casa: «Apenas nos dijeron que no entrenábamos más hice cuarentena en Italia, y ya comencé a manejar con los directivos del club la chance de volver a casa hasta que pasara, era un riesgo volver pero allá estaba muy complicado y prefería estar en mi ciudad. Cuando llegué a San José volví a los quince días encerrados, ya los terminé, pero sigo adentro. Desde que volví a Uruguay he entrenado en casa, es muy difícil sin las comodidades básicas pero algo hay que hacer, la prioridad es respetar el pedido de las autoridades de estar en el hogar sin salir, a la espera con mucha ilusión de que todo pase. En el inicio nos mandaban entrenamientos permanentemente, porque se pensaba que se volvía pronto, ese contacto tan fluido ya no es tal, más allá de que por ejemplo todos los días tenemos que enviar al médico la temperatura con la que nos levantamos e información de cómo hemos pasado. Yo he elegido que salvo algún apuro por alguna compra para comer, prefiero quedarme en mi hogar, y cuando he salido mantener la distancia mínima necesaria. Por ejemplo vivo al lado de la casa de mi madre, la veo por la ventana y hago una video llamada como si estuviera en Italia».
Una buena experiencia: «Yo llegué y firmé un contrato corto de seis meses hasta final de temporada, por el tiempo que había estado parado, desde el inicio me sentí buen y tuve la sensación de querer quedarme. La verdad es que no sé qué va a pasar, no he querido preguntar mucho porque entiendo que no hay respuesta ya que nadie sabe que va a pasar. Se manejan un millón de hipótesis, hay reuniones, pero al no saber que sucede con el campeonato no hay certezas. Me muero de ganas de saber para aclarar mi futuro, pero la realidad es que nadie va a tener una respuesta certera, así que seguiré esperando. Yo estaba loco de la vida, me encantó desde el primer día que llegué con un clima hermoso, el mar divino. El club tiene un centro de entrenamiento remodelado este año, la forma de entrenar los goleros me encantó, el espíritu del técnico también, se respiraba un aire muy positivo. Creo que la chance de renovar y continuar está, porque es lo que me habían hablado, pero se verá a la vuelta de la actividad con normalidad».
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