Y un día, tras años condenado al ostracismo, volvió Waldemar Correa…
Clarito, sin vueltas retóricas ni lindas palabras para rebajar la noticia, les contamos que Waldemar se mandó una pequeña cagadita y estuvo un tiempito en Canada.
El cuento es largo y no lo vamos a hacer completo, solo les contamos que el hecho incluye enanos, la bandera perdida de los 33, el querubín caído de la Plaza de los Treinta y Tres, el grupo de whasap de una conocida institución deportiva local y el equipo de mate, termo y bombilla perdido en el García Betbedere. Con todo eso y algo más el Walde terminó tras las rejas una temporadita.
Por suerte volvió y nos dejó su análisis del cierre de la temporada 2018 a partir de las imágenes que obtuvo con su Kodak 110 armada con un rollo de 36 fotos en de las que las primeras 5 le salieron con el dedo adelante.
Falta más de una hora para el inicio del partido y la gente se agolpa en la puerta del vestuario. “Queremos saber quien juega por Vico!!!”, “Poné a Battaglino!!!”, “!!!!Un corrector ortográfico para las publicaciones en Facebook del Cherita!!!!” son algunos de los gritos que se escuchan.
“Entonces yo la agarraba y siempre corría por la punta, y no sabes como los dribleaba, era un diablo” comenta el ex puntero ante el curioso desinterés en las anécdotas por parte del negro can.
Estos dos algo claramente algo traman, actitud muy sospechosa mientras un pibe roba cámara ajeno a la situación. “Un saludo a los ñerys” es su declaración. Acto seguido: Los forajidos toman una de las cabinas de radio, saquean todo lo que encuentran y se dan el lujo de proferir insultos varios al aire que van incrementando su calibre hasta llegar a la palabra que no vamos a decir pero rima con valija. El periodista de fondo se come las uñas de los nervios, o del hambre, no sabemos bien. Marcos por Whatsapp hacia Colonia Valdense: “Vengan que me puso de titular, me tengo fe para errar un par de goles y que la gente me putee en chino, pero después meto uno y los dejo contentos”. Desde atrás lo miran con cara de “este es pitonizo” y Ruiz chequea el resultado de Genova contra Torino porque le jugó 100 pesitos al Supermatch. Conocidos periodistas cual dos señoras mayores de 70 miran gente pasar y comentan sobre sus vidas mientras matean. Estela estrena su nueva posición para la revista musical “Maragatisima” donde es primera figura. Queda oficialmente instalado el puesto de merchandaising albiverde. “Hay paraguas paraguas, que clavo estos paraguas” canta el pregón ante la ausencia de lluvias para la noche. Inmediatamente después cae el primer incauto de la jornada, Nacho a cargo de tres botijas que son seducidos por los encantos de las vendedoras y los llaveros de colores. “No me gaste más de 50 pesitos” es el pedido del entrenador de arqueros. “Y entonces vino un muchacho de pelo largo, con tres gurises, y le vendimos unos pegotines que teníamos desde la final del 2012 y pensamos que nunca más nos sacábamos de arriba. Que plato!. La cara que puso cuando le dijimos que el total era 200 pesos fue un poema”. “Este es el muchacho que me tiene que dar indicaciones a mi?” Clarito Diego. Miranda suma unos pesos extra a su economía e inicia su nuevo trabajo de doble espía: “Camejo pone a Vecino de lateral izquierdo, hay que atacarlo que juega con la pata cambiada” le dice al colaborador decano que escucha atentamente al juvenil periodista. Minutos después el joven journalista le confirma el equipo decano a un asistente albiverde: “Juega Juan Pablo Guardado, se lesionó Chacón en tercera, el Luichi va al banco, no sabes lo que comimos y tomamos en la comida que organizó la intendencia” son las indicaciones. Que va adentro de esa caja, y quien contrató a la custodia que va detrás, es uno de los misterios de la jornada. Porque misteriosa razón este niño sube la empinada escalera al revés de lo que lo hace normalmente cualquier cristiano de bien es sin dudas otra de las cuestiones a resolver en próximos días. Claudio aprovecha el concurrido evento para lanzar su candidatura a la presidencia de la república por el partido verde. “Un club que se llame Universal en cada pueblo del país” es una de las propuestas que más entusiasma al público presente. Foto 15: “Mirame acá que me pica la cabeza, no tendré piojos?” “Me parece que es caspa, probaste lavarte la cabeza?” es la respuesta saliendo al aire y la gente no entiende nada. Un jugador lesionado, de quien no vamos a revelar la identidad pero solo diremos que su apellido reiterado muchas veces es un chiste recurrente en ambientes escolares y liceales, asume su nueva función de delivery de cosas que se llevan en bolsas de nylon (que en este país puede ser un equipo deportivo o uranio enriquecido ya que todo lo llevamos en bolsas de nylon, nos encantan las bolsas de nylon). Central en la cancha: Facundo y Marcelo juegan al doctor jano cirujano mientras Delgado trata de atajar a un niño confundido que pretendía sacarse foto con Universal y erró de equipo. Universal para la foto: Algo hay que no se advierte en medio de Leandro y Andrés y ninguno quiere pisar, ha de ser caquita de perro. Gonzalo también lo mira para intentar no pisar. “1,2,3: Un saludo, cordiaaaaaaal, lai lara lai lara, brindan los asaltantes lai lara lai lara” dirige el árbitro la murga de jugadores. Jorge mira al Chumbo para que cante, mientras el player que no escuchó el tono dado por el árbitro trata de reengancharse. Federico luce molesto ya que pretende cantar la retirada de los pajaros: “Gorrión que abriendo sus alas….” Mientras Fabio saluda al hombre invisible, Maxi le explica a Pablo el mecanismo para jugar una pulseada de dedos: “pones la mano así, el otro también, y tenés que apretarle el dedo gordo contra la mano, ahí ganas”. “Con este besito te condeno a errar un penalisito” gualicho efectivo de Nacho a Daniel. Se pone en juego el premio al peor vestido de la noche, Fabio parece salir airoso con el azul pero el rosado de Héctor y el amarillo de Gonzalo están en un cabeza a cabeza fuerte. En la última jornada del año Florencia se aviva de llevar el clásico banquito para los fotógrafos, tras sufrir los áridos pisos de las canchas josefinas. Gol de Central y los hermanos Guardado aprovechan para intercambiar conceptos: “Te he dicho mil veces que ordenes el cuarto que hay un despelote bárbaro, y cuando mamá llama a comer ponele pausa al play no te cuesta nada después seguís jugando”. Emiliano explica al guardia: “Ahí Omar agarraba y comenzaba a cantar a ver a ver como mueve la colita, y los cantantes ponían los brazos así de espaldas al público y tenían que manear, estaba buenísimo”. Mientras tanto periodista 1 piensa muy molesto en como acogotar a periodista 2 tras haber descubierto su trabajo espía. Penal para Universal, Delgado apuesta a la sensibilidad al asistente con su cara de “yo no fui” pero el línea impertérrito marca la mano con su mano izquierda y demuestra tener un ladrillo en lugar de un corazón. Leandro tiene un extraño lapsus en el que lo invade el espíritu de un mono tití, es efectivo porque confunde al delantero que no logra cerrar la jugada. Gonzalo y Andrés miran absortos la situación mientras el alcanzapelotas reza por el alma del peludo player albiverde. Continúan los fenómenos paranormales y Chaqui Chan (o como se escriba) toma el cuerpo de otro jugador de los del Berral, que aplica un golpe karateka al rival. Siga siga no sea cagoncito dice el juez. “Aaaaayyyyyy la rodilla, guaaaaaarda con el tobillo” los lesionados players sufren la turba de enajenados hinchas tras la obtención del título. Se terminan los festejos con una imagen que aleja a la familia de las canchas, y a la gente del lugar donde el arquero despide algo que tenía de regalo para todos sus compañeros e hinchas.
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