sábado, noviembre 23San José, Uruguay
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Esteban Ostojich se quedó en medio oriente

Tras pitar en la final del Mundial de Clubes, viajó a Arabia Saudita para arbitrar el clásico del país

El juez maragato se quedó en aquella zona del mundo tras viajar al Mundial de Clubes donde arbitró la gran final entre Bayern Munich y Tigres, llegó invitación desde Arabia Saudita para arbitrar el 23 de febrero con los compañeros uruguayos de terna  el clásico entre Al Nasser vs Al Hilal. En diálogo con 2 de Punta charló sobre la experiencia que vive actualmente, lo sucedido en el último semestre donde prácticamente no pudo estar en la ciudad por la carrera en el exterior, y del agradecimiento con toda la comunidad josefina por el apoyo recibido en los últimos días. 

«Solo tengo palabras de agradecimiento para todo el apoyo que he sentido desde San José, los cercanos saben del día a día y los partidos, pero cuando llega una designación con tal magnitud todo se amplifica mucho más. Estando lejos del país ya muchos días uno extraña bastante y obviamente la emoción por la cantidad de mensajes que he recibido te llena el alma, el respeto de los comentarios en las redes sociales te da muy buena energía, a todos les tengo que decir muchas gracias. No me puedo olvidar del cariño y el apoyo de algunas personas en particular como son Fabricio Martínez, Carlos Daniel Camy, Sebastián Bauzá, también instituciones como Universal que me permitió entrenar en el Chanquet o la propia Liga Mayor por sus comentarios».

«No ha sido una época fácil a la hora de realizar nuestro trabajo, se decretó un cierre de fronteras y nosotros fuimos excepción, tuvimos que conversar a través de AUF y CONMEBOL para poder salir y entrar en Uruguay. Hemos estado mucho tiempo afuera del país, de los últimos seis o siete meses he estado muy poco en San José, y cuando estuve muchas veces fue en cuarentena. Estuvimos en burbuja sanitaria en Brasil por más de cincuenta días, viajamos a otros lugares de Sudamerica arbitrando Libertadores y Eliminatorias, la pandemia agregó una mayor dificultad para todo. Nos hemos adaptado a las circunstancias, se reinició la actividad con protocolos responsables, nos cuidamos al 200% yendo del lugar en el que nos hospedábamos al entrenamiento y volviendo sin contacto con gente. Dentro de la cancha el hecho de que no haya público no es agradable, los que nos enamoramos de este deporte lo hemos hecho con las tribunas llenas, es evidente que falta algo».

«Fue un muy lindo torneo el Mundial de Clubes, se aprendió mucho, y la frutillita de la torta fue ser designados a la final. Tengo que recordar que para este torneo estaba designado mi compañero y amigo Leodan González, yo fui en su remplazo con mucha pena porque se lo merecía. Queda demostrado que siempre hay que estar pronto, confiaron en mí y estoy muy contento por todo lo hecho. Por lo hecho en el torneo nos vieron desde Arabia Saudita para dirigir el clásico del país, ya han habido otras experiencias de jueces sudamericanos a quienes convocan y vienen, han hecho un buen trabajo y han abierto puertas. Los clubes pidieron árbitros extranjeros, se comunicó la federación con Conmebol y ellos aprobaron, nosotros nos sentíamos en condiciones más allá de lo inesperado porque la idea era volver a Uruguay después del Mundial. Llevamos ya varios días en el país desde el 13 de febrero, cumplimos cuarentena en el hotel, vamos de la habitación al gimnasio y para atrás nuevamente». 

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