Son entrenadores nacidos del departamento que se encuentran en el exterior, en diferentes zonas del mundo con distintas vivencia de lo que ocurre, dejaron los siguientes testimonios
Augusto Camejo – josefino por adopción – partió hacia Honduras promediando el 2019, para ser asistente técnico en el Club Vida de ese país, donde ha conseguido muy buenos resultados. Al respecto de la situación actual cuenta que “Se tomaron precauciones, quedamos todos aislados después del último fin de semana de fútbol, en nuestro caso el 15 de marzo. En un inicio íbamos a jugar incluso este sábado o domingo, pero el gobierno decidió por decreto suspender ese tipo de actividades, quedó suspendido el campeonato hasta nuevo aviso. Como cuerpo técnico le vamos pasando rutinas a los jugadores que están en sus hogares, es difícil porque el tránsito está cortado, nos han asegurado que el campeonato va a continuar por lo que es una preocupación mantener al plantel en forma. Nosotros estamos en el hotel donde nos hospedamos, el flujo de gente ha bajado así que estamos prácticamente solos, preocupados para ver cómo sigue todo sobre todo en el acceso a cosas básicas y por la calidad de la salud en el país que no es la mejor. Después de las 19 horas la policía sale a las calles para que la gente vuelva a sus casas, en la ciudad donde estamos hay algunos casos, pero afecta más en grandes ciudades, fue bueno que rápidamente se tomaron medidas. Estoy en constante comunicación con Uruguay, intento no llenarme de información pero si conversar con gente conocida de la salud, y pensar que se va a solucionar, por supuesto que estando lejos uno se preocupa por la familia”.
Otro maragato en tierras hondureñas es Santiago Gadea, como preparador físico del Club Real España del fútbol de primera división, en la ciudad de San Pedro Sula: “Las medidas son drásticas, es algo que se venía dando a nivel mundial y acá poco a poco se fue acercando, las primeras previsiones fueron incluso antes de los primeros casos confirmados. En lo personal estoy con mi compañero de trabajo en nuestro hogar, en contacto incluso permanentemente con el cuerpo técnico de la selección nacional que es uruguayo comandado por Fabián Coito. Hay toque de queda, y hay que respetarlo sí o sí, son pautas del gobierno que no se contradicen. Lo más difícil es el abastecimiento de comida, hemos buscado y ha costado en algunas cosas básicas. En un momento se planteó jugar este fin de semana que pasó, el anterior fue a puertas cerradas, ahora se cortó definitivamente y no se sabe hasta cuándo. Yo creo que va para muy largo, en condiciones muy buenas para mi es agosto o setiembre, los dirigentes son optimistas de que se frene menos tiempo. Nosotros tenemos contrato hasta mayo, así que es difícil saber qué pasará con nosotros, es todo muy dinámico. Como representantes de un club de fútbol con muchos aficionados tenemos que respetar las medidas, estamos en nuestras casas y desde acá envío los trabajos, con rutinas que tratamos se puedan realizar en todos lados. Sabemos que va a bajar el ritmo, pero es lo que se puede hacer, apelamos a la voluntad de cada uno ya que saben que viven de su cuerpo y cuando todo esto termine tienen que estar lo mejor posible. Es un equipo donde buena parte del plantel no es de la ciudad por lo que muchos se han ido a otros puntos del país donde incluso hay problemas de acceso a internet. Al respecto de Uruguay me preocupa que se crea que es una gripe más, si no nos cuidamos podría ser dramático, a veces cuesta tomar conciencia. No puede ser que nos despertemos recién cuando lo tenemos cerca, hay que quedarse en las casas de cada uno.
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