A tan sólo 10 minutos del caos vivido en el Monumental en la previa del River – Boca, se disputó la final del torneo más prestigioso de Argentina con tribunas compartidas y una gran demostración de respeto.
La pasión en su mejor versión, el deporte como actividad de desarrollo social y no como campo de actividad bélica. Así como el clásico de fútbol argentino, se enfrentaban los de camiseta blanca y roja ante los de indumentaria azul y amarilla, jugándose el año Alumni e Hindú en el torneo de la URBA, el más importante.
En el medio del caos vivido poco antes en el estadio de River Plate, en tiempos de crisis política y económica, donde la sociedad muestra su peor cara a cada instante, el rugby saca la cara y da un claro ejemplo de deportividad y convivencia.
En tribunas compartidas, los hinchas vivieron la gran final con mucha intensidad y sin disturbios. Es más, Alumni se coronó campeón y festejó ante el reconocimiento de los jugadores e hinchas rivales. Todos en la misma tribuna.
Fue 26 – 17, fue la grandeza del deporte, fue rugby.
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