El delantero jugó en dos diferentes etapas para el tricolor de Libertad
Imagen semanario La Semana de Libertad
Ramón Valencio llegó por primera vez a Campana en el año 2014, donde jugó el torneo local de Liga Mayor. Tras salir a jugar al exterior retornó años después en el 2018, donde sólo jugó a nivel interdepartamental en la Copa Nacional de Clubes «B» y posteriormente dejar definitivamente la práctica activa en el fútbol. Así recordó su pasaje por el campanero en diálogo con 2 de Punta:
¿De qué manera te vinculas a Campana en el 2014?
«Mi primera llegada se da después de que vuelvo de jugar en El Salvador, donde había tenido una mala experiencia porque llevaba todo arreglado y cuando llegué el técnico no sabía como me llamaba ni en que puesto jugaba. Logré quedarme en otro club, pero el pase nunca llegó desde Uruguay y decidí rendir y volverme al país, en ese momento yo no quería saber nada con el fútbol pero me comentó Dany Tejera si quería salir al interior y decido ir. Yo no sabía nada del fútbol en OFI, de hecho no pensaba salir todavía por mi edad, pero se dio y fue una experiencia muy linda. Un hecho importante era la distancia, a veces desde el profesionalismo se sale a lugares más lejanos en los que casi no entrenas, vas solo a jugar. En esos casos nunca terminas de conocer a los compañeros, no tenés vestuario, en este caso practicábamos a la par del equipo. La cercanía permitió que mi familia desde ese comienzo pudiera verme jugar, también algunos amigos, disfrutaban del juego y también del entorno con una tribuna hermosa como en el Camaití.
¿Qué evaluación haces de tu primer pasaje por el club?
«Antes de arreglar definitivamente fuí a algunos entrenamientos, encontré un buen cuerpo técnico comandado por Víctor Perdomo, y un gran plantel con el que sigo teniendo amistad. Me recibieron con los brazos abiertos, quizás en lo deportivo no nos fue del todo bien, pero pienso que dimos lo que podíamos dar en ese momento. Nos tocó venir con un par de jugadores más de Montevideo en el primer semestre que son Diego Meijide y el Tano Difiori, ya para los segundos seis meses no vinieron, eso hizo más llevadera la adaptación. Me costó enormemente entrenar de noche por la costumbre de practicar en la mañana, las primeras veces no veía nada, después me fui acostumbrando. No fue un buen Apertura, para el Clausura levantamos y llegamos a definir la chance de clasificar a la Copa en un último partido con River Plate en el que lamentablemente perdimos. En ese segundo torneo llegaron jugadores como Luciano Cabrera y Álvaro Márquez cosa que ayudó al equipo, en lo personal me fue mejor aunque en la primera parte había hecho bastantes goles, alguna pequeña falla nos marcó en juegos importantes y por eso no llegamos más arriba pero era un buen equipo. Recuerdo especialmente un partido en cancha de Río Negro contra el local, con el campo lleno de barro y agua, me tocó hacer goles y ganamos. Hicimos una linda sociedad con Bruno Arqueta que es un gran nueve, para mi tipo de juego de estar cerca del delantero y conseguir balones que el deja era ideal.
¿Cómo se dio el retorno en el año 2018?
«Retorné para jugar la Copa B años después, me tocó jugar muy poco de titular en un equipo que venía de ser campeón de Liga Mayor en el 2017, cada vez que tenía la oportunidad terminaba sentido. El grupo que encontré estaba muy fuerte, yo conocía a la base del plantel de mi anterior pasaje, y los nuevos eran excelentes jugadores y muy buena gente. En esa segunda etapa yo ya estaba trabajando en la construcción, teníamos un arreglo para ir a todos los entrenamientos y la verdad es que no me daba el físico, pensé que por estar cerca me iba a dar pero estaba siempre lesionado y no tenía el rendimiento que quería así que preferí dar un paso al costado. Andrés Larre me perdía ir a entrenar todo lo posible, nunca calculé el desgaste que me generaría estar levantado desde muy temprano y acostarme tan tarde. Por esa circunstancia tenía que decidir por una cosa o la otra, y por mi edad preferí volcarme al trabajo. Cuando quedamos afuera del torneo de OFI la falta de éxito deportivo sumado con la imposibilidad de cumplir me llevó a definir que no iba más, hablé primero con el entrenador que fue quien gestionó mi vuelta y después con los compañeros para comunicarlo.
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